Los nuevos tentáculos del televisor

El consumo de televisión y vídeo bajo demanda alcanza cuotas insospechadas. Un estudio revela un aumento del 71% en visionado desde «smartphones» desde 2012: casi dos tercios del total del tiempo que emplean los adolescentes en ver contenidos audiovisuales se hace desde un dispositivo móvil
La televisión ha dejado de ser propiedad de las cadenas, cuyos programadores deciden franjas horarias y espacios determinados. Los consumidores se han rebelado; no quieren limitaciones ni restricciones a la hora de consumir los contenidos que desean. Y cuando quieran. Porque los usuarios han adoptado las nuevas fórmulas de consumo de televisión y utilizan, cada vez más, los servicios de vídeo personalizados, auspiciados por los tentáculos que le han salido a la «caja tonta», que por cierto es ahora inteligente (o pretende serlo). Esas patas que soportan las pantallas de los televisores tienen otros nombres: teléfonos móviles, tabletas, ordenadores. Desde ellos se dibujan las imágenes en movimiento de los programas que los consumidores han decidido activar. Y va a más. Lo constata el estudio anual Ericsson ConsumerLab, que revela un aumento del 71% en el visionado desde «smartphones» desde 2012. En concreto, casi dos tercios del total del tiempo que emplean los adolescentes en ver televisión y vídeo se hace desde un dispositivo móvil. Gracias a intenet, que lo conecta todo. Los usuarios, sobre todo, los llamados «nativos digitales», están utilizando los servicios de vídeo personalizados como nunca: una de cada tres horas que pasan frente al televisor la emplean viendo televisión y vídeo a la carta. No es de extrañar que las series de actualidad no tengan hora de inicio. Esa la deciden los propios consumidores que optan por acceder a servicios como Netflix -que llegará próximamente a España-, Wuaki.TV, Yomvi, Total Channel, Nubeox y demás herramientas de canales como RTVE. El aumento de contenidos grabados y descargados, los nuevos servicios de vídeo y la popularización de la tecnología «streaming» han hecho incrementar hasta el 35% el consumo de televisión y vídeo bajo demanda. Según los responsables del estudio, los servicios de vídeo a la carta «están respondiendo a las necesidades del consumidor», lo que supone que los espectadores están cambiando sus hábitos: ahora pasan seis horas a la semana viendo series de televisión, programas y películas a la carta, una cifra que se ha duplicado desde hace cuatro años. En ese terreno se han movido las empresas tecnológicas con la mejora de sus respectivos catálogos de televisores. En consecuencia, el «streaming» ha comenzado a extenderse en todo el mundo a ritmo endiablado, registrando un crecimiento del 63% respecto al pasado año, según datos recogidos por un estudio de Adobe. Pese a todo, los expertos consideran que la televisión tradicional sigue siendo la principal puerta de entrada, consecuencia principalmente por la posibilidad de visualizar contenidos de alto valor y los acontecimientos en directo, como deportes, que genera un gran atractivo para los consumidores. La era de la televisión conectada ha comenzado.
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